martes, 31 de enero de 2012

Cómo crear el logo perfecto y evitar polémicas como la de Madrid 2020


Crear un logo que funcione no es sencillo. Hay una serie de características básicas que debe cumplir si se quiere que sea efectivo, si se plantea para crear marca y, al fin y al cabo, se espera que sea el reclamo visual de una compañía al público. Pero, ¿cómo se hace?
En el diseño, hay cinco principios básicos con los que debe contar un logo para que funcione: debe ser memorable, simple, versátil, duradero y apropiado. Y para llevar estos principios a la práctica, Arte Digital Hoy ha revelado las 10 claves para crear el logo de marca perfecto.
1. Sencillez
El primer objetivo de cualquier logo es que sea recordado y, ya sea por el eslogan o por la potencia del símbolo, para lograrlo hay que establecer la sencillez como base para construir la imagen de marca. Logotipos como el de Nike, McDonald’s o Adidas son recordados por una misma razón: son sencillos. Por ello, hay que definir los valores fundamentales de la marca, establecerlos en dos o tres frases claves y utilizarlas como punto de partida para diseñar formas, colores y acciones.
2. No seas demasiado literal
El buen diseño va de la mano de la sutileza. Los logotipos buscan captar la atención del consumidor y ser reconocidos lo más rápidamente posible, basándose en la simplicidad. Pero, si se añade un elemento de sutileza la marca quedará impresa en la retina con más fuerza, porque hay algo que sorprende. Esto significa que hay que evitar la traducción literal de un motivo. En definitiva, no duplicar la información, sino completarla y complementarla.
3. El tamaño importa
La proporción es clave. Aunque no consiste en crear un logotipo siguiendo las proporciones áureas, cada elemento que forme la imagen tiene que mantener una relación lógica de tamaño con los demás elementos. Es decir, si se reduce al mínimo el logotipo, o se expande al máximo, todos los elementos deben tener la misma importancia visual.
4. Versatilidad
Los logotipos ya no son cosa de los rótulos encima de una tienda. Ahora se colocan en todas partes, en múltiples formatos, distintas plataformas y todo tipo de medios. Pantallas de todos los tamaños y utilidades sirven como soporte para nuestros logotipos, por lo que hay que diseñarlo atendiendo a los modos de color tanto CMYK como RGB, a la resolución de pantalla y la impresión, de forma que podamos obtener un trabajo de calidad e implementar en multitud de soportes.
Esto significa también tener cuidado con los degradados y los colores fluorescentes. Los logos tienen que diseñarse en vectores, para asegurar la calidad sea cual sea el tamaño, y poder funcionar tanto en vertical como horizontal.
5. Piensa en la audiencia
El briefing es una fase importante tanto para el cliente como para el diseñador, ya que sirve para especificar los criterios de diseño que más se adaptan al cliente. Para adaptar el diseño, hay que tener en cuenta una serie de factores, como el sector al que se dedica el cliente o el público al que se dirige. Hay que entender las connotaciones del color o las imágenes simbólicas en cada región o ámbito cultural, y realizar investigaciones de mercado para asegurarse de que el logotipo no puede interpretarse de forma perjudicial para la marca
6. Rango de colores limitado
Los colores de un logotipo son importantes pero, ¿cuántos se pueden utilizar? Pues entre 1 y 3. Y si no lo tienes muy claro repasa el punto 1. Y es que, o bien se diseña un logotipo para un evento concreto, como olimpiadas o candidaturas a ciudad de la cultura, logotipos que suelen ser muy coloridos, o el objetivo es crear marca. Si el caso es el segundo, hay que tener siempre en mente que el color se utiliza para transmitir una sensación concreta que se quiere asociar con los valores de marca. Introducir un color extra para rellenar, significará realmente insertar información adicional que puede ser contraproducente.
7. Otros usos
Piensa en los logos más populares, y en dónde y cómo se han implementado. Mastercard, por ejemplo, tiene su ubicación natural en las tarjetas de crédito, pero los elementos de su marca se pueden ver en otros muchos lugares por sus combinaciones de colores tan sencillas. Esto significa que una web o un folleto impreso puede mostrar el reconocimiento de marca de una manera similar, utilizando el uso de los colores clave de la marca.
8. Sin tendencias
La moda viene y va, y antes de que hayamos podido acostumbrarnos a una tendencia, llega otra nueva que tenemos que aprender. Si el logotipo de una marca se crea exclusivamente en función de las tendencias del momento, desaparecerá en el mismo momento en que esa moda desaparezca.
9. Tiene que ser descriptible
Un logotipo que funcione tiene que ser descriptible. Es necesario establecer una sencillez y una singularidad que sea transmitida por la descripción, con combinaciones de colores claros y formas explicables que hagan que el logo sea más fácil de recordar.
10. Tu propia técnica
Experimenta distintos flujos de trabajo y averigua cuál es el más cómodo. Hay diseñadores que prefieren empezar por el color, mientras que otros desarrollan todo su trabajo a partir de la forma y el tipo. No olvides que en el diseño no hay reglas estrictas, sino que cada uno tiene que trabajar como se sienta más cómodo.


Fuente: Marketing Directo

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miércoles, 4 de enero de 2012

¿Qué es un DAFO?



¿Para qué sirve el análisis DAFO?

Antes de tomar cualquier decisión estratégica, es imprescindible realizar un diagnóstico de nuestra organización. El análisis DAFO es el método más sencillo y eficaz para decidir sobre el futuro. Nos ayudará a plantear las acciones que deberíamos poner en marcha para aprovechar las oportunidades detectadas y a preparar a nuestra organización contra las amenazas teniendo conciencia de nuestras debilidades y fortalezas.

"Tomar decisiones o adoptar estrategias en el actual mundo cambiante en el que nos desenvolvemos puede ser como jugar a la ruleta rusa si no lo hacemos basándonos en cifras, hechos y datos"

Objetivo de un análisis DAFO

El principal objetivo de un análisis DAFO es ayudar a una organización a encontrar sus factores estratégicos críticos, para una vez identificados, usarlos y apoyar en ellos los cambios organizacionales: consolidando las fortalezas, minimizando las debilidades, aprovechando las ventajas de las oportunidades, y eliminando o reduciendo las amenazas.
El análisis DAFO se basa en dos pilares básicos: el análisis interno y el análisis externo de una organización.
Análisis Interno de la organización (Liderazgo, estrategia, personas, alianzas/recursos y procesos)

  • Fortalezas:
Describe los recursos y las destrezas que ha adquirido la empresa, ¿en qué nos diferenciamos de la competencia?, ¿Qué sabemos hacer mejor?

  • Debilidades:
Describe los factores en los cuales poseemos una posición desfavorable respecto a la competencia. Para realizar el análisis interno se han de considerar análisis de recursos, de actividades y de riesgos.
Análisis Externo de la organización (Mercado, sector y competencia)

  • Oportunidades:
Describen los posibles mercados, nichos de negocio... que están a la vista de todos, pero si no son reconocidas a tiempo significa una pérdida de ventaja competitiva.

  • Amenazas:
Describen los factores que pueden poner en peligro la supervivencia de la organización, si dichas amenazas son reconocidas a tiempo pueden esquivarse o ser convertidas en oportunidades.

Para realizar el análisis interno se han de considerar análisis del entorno, grupos de interés, aspectos legislativos, demográficos y políticos.

Una vez descritas las amenazas, oportunidades, fortalezas y debilidades de la organización podemos construir la Matriz DAFO, matriz que nos permite visualizar y resumir la situación actual de la empresa y...
...Definir la estrategia.

Con los resultados del análisis DAFO, la empresa deberá definir una estrategia. Existen distintos tipos de estrategia empresariales:

  • Defensiva:
La empresa está preparada para enfrentarse a las amenazas. Si su producto o servicio ya no se considera líder, ha de resaltar lo que le diferencia de la competencia. Cuando baje la cuota de mercado, ha de buscar clientes que le resulten más rentables y protegerlos.

  • Ofensiva:
La empresa debe adoptar una estrategia de crecimiento. Cuando las fortalezas son reconocidas por sus clientes, es posible atacar a la competencia para resaltar las ventajas propias. Cuando el mercado está maduro es posible tratar de “robar” clientes lanzando nuevos modelos o servicios.

  • Supervivencia:
La empresa se enfrenta a amenazas externas sin las fuerzas internas necesarias para luchar contra la competencia. Es aconsejable dejar las cosas tal y como están hasta que se asienten los cambios que se producen.

  • Reorientación:
Aparecen oportunidades que se pueden aprovechar, pero la empresa carece de la preparación adecuada. Será necesario cambiar de política o de producto o servicio porque los actuales no están dando los resultados esperados.



Vicente Garcés – Marketing Manager Global Brand
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